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martes, 17 de abril de 2007

El Señor Gil

Este obscuro personaje es el Señor Gil. Es una vergüenza para su especie. Un tipo prepotente, déspota y corrupto. Hace unos cuantos meses, ostentaba un puesto privilegiado en el Gobierno. Ni más ni menos, era el Director del IRS. Antes de eso, fue un fuerte candidato para el puesto de Gobernador del Banco Central, donde se daba a la tarea de aterrorizar a sus subalternos con sus malas maneras, sus desplantes y su retorcido sentido del humor. Cuando le dieron el puesto a otro turbio personaje, a quien el Señor Gil había apodado cariñosamente como "la perica", se retiró del Banco Central alegando que era un ultraje, pero siguiendo la filosofía de McBain se despidió con la frase: "I'll be back". Y vaya que regresó. Como Director del IRS, el hombre se dio a la tarea de favorecer sospechosamente a algunas empresas mediante exenciones de impuestos poco transparentes. Hizo gastos obscenos a costa de los contribuyentes y dilapidó una fortuna en su beneficio personal. Se encargó de cobrar a lo chino el IVA a las MiPyMEs cada mes, y se negó a reembolsar los impuestos robados a los contribuyentes tras comprobar la diferencia en la declaración anual (excepto a sus "amigos", por supuesto). Nunca dijo claramente cuánto cobró, cuánto gastó y dónde quedaron los recursos procedentes de los excedentes petroleros y los de el IVA no reembolsado. También manejó, dada su Encomienda, información privilegiada sobre la situación financiera todas las empresas del país. Al terminar su cargo, aceptó ilegalmente el puesto de Director Regional de un Banco extranjero. Pero en el país las leyes son claras: por causas de Seguridad Nacional, un funcionario de ese nivel NO puede aceptar durante dos años trabajos en empresas privadas donde su anterior investidura pudiera generar conflicto de intereses. El Señor Gil dijo que él no creía haber cometido ningún delito pero de todas formas renunció al cargo en el Banco para aceptar inmediatamente el puesto de Director General de una empresa extranjera de Telecomunicaciones. Casualmente, esa empresa se ha visto dispensada de la obligación de pagar IVA al IRS por años, a pesar de que si se le hace el cargo del IVA, mes con mes, a los usuarios. El Señor Gil está haciendo uso de los contactos e influencias que cosechó como Director del IRS, y aunque cubrió muy bien sus pasos (el Señor Gil no es un gil cualquiera, ¿saben?: él no fue, nadie le vio hacerlo y no le pueden comprobar nada) sus acciones no dejan de ser una porquería y una deshonra para la Nación. Afortunadamente, el Señor Gil sólo es un personaje ficticio. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia. Este tipo de personajes sólo se ven en las caricaturas... ¿o no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este tipo de personajes sólo se ven en las caricaturas y desgraciadamente en casi todos los políticos mexicanos.

Saludos Tayo.
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