
Tras aquella conversación en particular me di cuenta de algo. Internet es visto como una amenaza por todos los gobiernos del mundo. Algunos temores pueden ser fundados: después de todo, los terroristas, los narcotraficantes, los psicópatas, los predadores sexuales, los pederastas y todo tipo de criminales también usan el correo electrónico y la mensajería instantánea. Pero Internet es simplemente una red de computadoras y los contenidos que se encuentran ahí son un reflejo de la naturaleza humana, con todas sus virtudes pero también todos sus defectos. En todo caso, lo malo no es el hecho de que un criminal se conecte a Internet o hable por teléfono, sino el hecho de que cometa un delito, ya sea fraude, extorsión, sabotaje, secuestro, asesinato o pederastia. El medio es irrelevante. Sin embargo, el temor que le inspira Internet a los gobiernos va mucho más allá del ámbito de la criminalidad. Tiene que ver con su propia subsistencia.
Todos los sistemas de telecomunicación, incluyendo los que están basados en Internet tienen como único objetivo comunicar entre sí a personas que están separadas físicamente. No importa si es el vecino de enfrente o una persona al otro lado del mundo: los sistemas de telecomunicación eliminaron de forma virtual las barreras físicas que impiden la comunicación tradicional y esa característica en particular le permitió a Marshall McLuhan vislumbrar el concepto de Aldea Global.
Cabe mencionar que la globalización de Mc Luhan es muy diferente al concepto de globalización económica que se ha impuesto en la mayor parte del mundo gracias a cierto hijueputa llamado Milton Friedman. Para Friedman, la globalización es un mundo utópico donde los gobiernos permiten que las mercancías circulen libremente entre países en un mercado libre de distorsiones innecesarias como cargas impositivas, cuotas arancelarias, seguridad social, educación gratuita, sindicatos, salarios mínimos, auditorías, servicios estatizados, empresas gubernamentales y demás lastres socialistoides que entorpecen el florecimiento del libre mercado. Libre de restricciones estatales, el mercado se equilibraría a sí mismo mediante la oferta y la demanda, los precios se estabilizarían, y la inflación desaparecería. En la práctica, implementar las políticas pregonadas por Friedman requirió violentas medidas de choque sumamente impopulares que causaron estragos alrededor del mundo, desde la Indonesia de Suharto pasando por las Dictaduras Militares Sudamericanas hasta el aprovechamiento de tragedias como la del 11 de septiembre de 2001 o el Huracán Katrina para forzar este tipo de cambios por medio del miedo. El resultado está a la vista: el mundo está quebrado gracias a la voracidad de los ejecutivos de las Grandes Empresas Trasnacionales que supuestamente iban a llevarnos al paraíso y en lugar de ello se dedicaron a enriquecerse ilícitamente, al sentirse impunes por estar libres de supervisión gubernamental. Nuestro mundo hoy es un mundo en crisis, cada día más injusto y violento, que ha creado unos cuantos multimillonarios, ha casi eliminado a la clase Media y ha incrementado exponencialmente la miseria. Gracias por eso, señor Friedman. Ojalá que esté ardiendo en el infierno.
Sin embargo, la globalización de Mc Luhan es un concepto muy diferente que no tiene nada que ver con teorías económicas. Se preguntaba qué pasaría con el mundo con la llegada de los sistemas modernos de Telecomunicación. Veía a los medios "calientes" y unidireccionales, como la televisión, como un riesgo para la sociedad, debido a que tienen receptores pasivos que son como esponjas que simplemente se limitan a absorber la información que se les pone enfrente. Llevados al extremo, los medios calientes podrían llevar a la humanidad a un estado como el de la película The Matrix, donde la gente ni siquiera es consciente de la realidad en que vive gracias al universo virtual que se ha puesto frente a ellos para controlarlos.
Por ese motivo, los medios calientes pueden ser una herramienta muy poderosa para los gobiernos. Los Estados Totalitarios se hacen rápidamente del control de medios unidireccionales como la Televisión, la Prensa y la Radio para imponer su propia visión del mundo. Éste mundo feliz, al estilo de Aldous Huxley o George Orwell, muchas veces no corresponde con la realidad pero no importa. Como en el mundo de The Matrix, la mayoría de la gente se vuelve tan irremediablemente dependiente de esa realidad artificial que está dispuesta a defenderla por la fuerza.
Sin embargo, los medios "fríos" son otro cantar. Son medios interactivos que no pueden controlarse fácilmente por gobiernos ni organizaciones, y por eso les inspiran miedo. Mientras más autoritario el régimen, más temor le inspiran los medios interactivos de telecomunicación como el teléfono o la Internet. Lo único que pueden hacer es reprimirlos, fichando a los que los utilizan y grabando sus comunicaciones, como buscan hacer en México con la Telefonía Celular, o de plano prohibíendolos, bloqueándolos y encarcelando a los que se atreven a utilizarlos sin autorización, como ocurre en Cuba, Irán o Corea del Norte.
Para Mc Luhan, los medios fríos terminarían por imponerse a los gobiernos, propiciando el libre tránsito de las ideas y eventualmente el libre tránsito de personas. Las fronteras caerían, como lo hizo el mundo de Berlín, y todos viviríamos en una Aldea Global realmente libre de imposiciones ideológicas.
Éstos últimos días hemos visto cuán poderosos pueden llegar a ser los medios de telecomunicación modernos. La semana pasada, en Guatemala, un abogado grabó un video impactante: "Buenas Tardes, mi nombre es Rodrigo Rosenberg Manzano, y lamentablemente si ustedes están en éste momento oyendo o viendo éste mensaje, es porque fui asesinado", comenzaba. Culpaba de su muerte al Presidente del país, a su esposa y a un grupo de políticos de alto rango a quienes calificó de cobardes, asesinos y ladrones. Y mandó copia de éstos videos a un montón de medios de comunicación. El domingo fue asesinado frente a su casa. Hoy el gobierno de Guatemala se tambalea gracias al emotivo testimonio póstumo de un abogado, y a la difusión que se le dio en los medios de comunicación. Sobre todo, en Internet:
También hemos visto la otra cara de la moneda. La sátira política no es nueva: empezó como caricaturas en los periódicos y adquirió un nuevo nivel gracias a las herramientas que ofrecen las computadoras e Internet. Ésta semana, en México, un video modificado de Gael García con el tema de la película Rudo y Cursi que se pitorreaba del Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, también dio mucho de qué hablar: el Instituto Federal Electoral ordenó que fuera retirado de Internet por "crear una campaña sucia". Y algunos políticos hasta propusieron que se prohibieran este tipo de videos en Internet. Dicen que para no entorpecer el proceso electoral. Para mí que, más bien, lo que les da miedo es que pase aquí lo que está pasando en Guatemala.
Yo creo que, para cualquier persona que aprecie el poder compartir sus ideas, es una obligación moral oponerse a cualquier tipo de medidas que pretendan reprimir la libertad de expresión, sin importar en qué país se intenten llevar a cabo. A este respecto, el epitafio de la tumba de Marshall Mc Luhan es más que elocuente. Dice, simplemente, "La verdad os hará libres".
Todos los sistemas de telecomunicación, incluyendo los que están basados en Internet tienen como único objetivo comunicar entre sí a personas que están separadas físicamente. No importa si es el vecino de enfrente o una persona al otro lado del mundo: los sistemas de telecomunicación eliminaron de forma virtual las barreras físicas que impiden la comunicación tradicional y esa característica en particular le permitió a Marshall McLuhan vislumbrar el concepto de Aldea Global.
Cabe mencionar que la globalización de Mc Luhan es muy diferente al concepto de globalización económica que se ha impuesto en la mayor parte del mundo gracias a cierto hijueputa llamado Milton Friedman. Para Friedman, la globalización es un mundo utópico donde los gobiernos permiten que las mercancías circulen libremente entre países en un mercado libre de distorsiones innecesarias como cargas impositivas, cuotas arancelarias, seguridad social, educación gratuita, sindicatos, salarios mínimos, auditorías, servicios estatizados, empresas gubernamentales y demás lastres socialistoides que entorpecen el florecimiento del libre mercado. Libre de restricciones estatales, el mercado se equilibraría a sí mismo mediante la oferta y la demanda, los precios se estabilizarían, y la inflación desaparecería. En la práctica, implementar las políticas pregonadas por Friedman requirió violentas medidas de choque sumamente impopulares que causaron estragos alrededor del mundo, desde la Indonesia de Suharto pasando por las Dictaduras Militares Sudamericanas hasta el aprovechamiento de tragedias como la del 11 de septiembre de 2001 o el Huracán Katrina para forzar este tipo de cambios por medio del miedo. El resultado está a la vista: el mundo está quebrado gracias a la voracidad de los ejecutivos de las Grandes Empresas Trasnacionales que supuestamente iban a llevarnos al paraíso y en lugar de ello se dedicaron a enriquecerse ilícitamente, al sentirse impunes por estar libres de supervisión gubernamental. Nuestro mundo hoy es un mundo en crisis, cada día más injusto y violento, que ha creado unos cuantos multimillonarios, ha casi eliminado a la clase Media y ha incrementado exponencialmente la miseria. Gracias por eso, señor Friedman. Ojalá que esté ardiendo en el infierno.
Sin embargo, la globalización de Mc Luhan es un concepto muy diferente que no tiene nada que ver con teorías económicas. Se preguntaba qué pasaría con el mundo con la llegada de los sistemas modernos de Telecomunicación. Veía a los medios "calientes" y unidireccionales, como la televisión, como un riesgo para la sociedad, debido a que tienen receptores pasivos que son como esponjas que simplemente se limitan a absorber la información que se les pone enfrente. Llevados al extremo, los medios calientes podrían llevar a la humanidad a un estado como el de la película The Matrix, donde la gente ni siquiera es consciente de la realidad en que vive gracias al universo virtual que se ha puesto frente a ellos para controlarlos.
Por ese motivo, los medios calientes pueden ser una herramienta muy poderosa para los gobiernos. Los Estados Totalitarios se hacen rápidamente del control de medios unidireccionales como la Televisión, la Prensa y la Radio para imponer su propia visión del mundo. Éste mundo feliz, al estilo de Aldous Huxley o George Orwell, muchas veces no corresponde con la realidad pero no importa. Como en el mundo de The Matrix, la mayoría de la gente se vuelve tan irremediablemente dependiente de esa realidad artificial que está dispuesta a defenderla por la fuerza.
Sin embargo, los medios "fríos" son otro cantar. Son medios interactivos que no pueden controlarse fácilmente por gobiernos ni organizaciones, y por eso les inspiran miedo. Mientras más autoritario el régimen, más temor le inspiran los medios interactivos de telecomunicación como el teléfono o la Internet. Lo único que pueden hacer es reprimirlos, fichando a los que los utilizan y grabando sus comunicaciones, como buscan hacer en México con la Telefonía Celular, o de plano prohibíendolos, bloqueándolos y encarcelando a los que se atreven a utilizarlos sin autorización, como ocurre en Cuba, Irán o Corea del Norte.
Para Mc Luhan, los medios fríos terminarían por imponerse a los gobiernos, propiciando el libre tránsito de las ideas y eventualmente el libre tránsito de personas. Las fronteras caerían, como lo hizo el mundo de Berlín, y todos viviríamos en una Aldea Global realmente libre de imposiciones ideológicas.
Éstos últimos días hemos visto cuán poderosos pueden llegar a ser los medios de telecomunicación modernos. La semana pasada, en Guatemala, un abogado grabó un video impactante: "Buenas Tardes, mi nombre es Rodrigo Rosenberg Manzano, y lamentablemente si ustedes están en éste momento oyendo o viendo éste mensaje, es porque fui asesinado", comenzaba. Culpaba de su muerte al Presidente del país, a su esposa y a un grupo de políticos de alto rango a quienes calificó de cobardes, asesinos y ladrones. Y mandó copia de éstos videos a un montón de medios de comunicación. El domingo fue asesinado frente a su casa. Hoy el gobierno de Guatemala se tambalea gracias al emotivo testimonio póstumo de un abogado, y a la difusión que se le dio en los medios de comunicación. Sobre todo, en Internet:
También hemos visto la otra cara de la moneda. La sátira política no es nueva: empezó como caricaturas en los periódicos y adquirió un nuevo nivel gracias a las herramientas que ofrecen las computadoras e Internet. Ésta semana, en México, un video modificado de Gael García con el tema de la película Rudo y Cursi que se pitorreaba del Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, también dio mucho de qué hablar: el Instituto Federal Electoral ordenó que fuera retirado de Internet por "crear una campaña sucia". Y algunos políticos hasta propusieron que se prohibieran este tipo de videos en Internet. Dicen que para no entorpecer el proceso electoral. Para mí que, más bien, lo que les da miedo es que pase aquí lo que está pasando en Guatemala.
Yo creo que, para cualquier persona que aprecie el poder compartir sus ideas, es una obligación moral oponerse a cualquier tipo de medidas que pretendan reprimir la libertad de expresión, sin importar en qué país se intenten llevar a cabo. A este respecto, el epitafio de la tumba de Marshall Mc Luhan es más que elocuente. Dice, simplemente, "La verdad os hará libres".
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