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jueves, 5 de marzo de 2009

Monsieur le Président: je vous fais une lettre

Que vous lirez, peut-être, si vous avez le temps...
(Señor Presidente: le escribo una carta que usted leerá, tal vez, si tiene tiempo...) Así empieza la canción "El Desertor" de Boris Vian. Básicamente, es una carta dirigida al Presidente Francés a principios de la Segunda Guerra Mundial, donde un hombre explica sus razones para desertar y no ir a la guerra. Traigo atorada una indignación similar contra el Señor Sarkozy y contra el presidente del patronato del Liceo Franco-Mexicano, Claude le Brun, con motivo de la próxima visita del Presidente Francés a México.

Señor Presidente: es mundialmente reconocido su racismo y xenofobia. No crea que se nos han olvidado las desafortunadas declaraciones racistas que hizo usted en Argenteuil en 2004, provocando una revuelta que estuvo a segundos de salirse completamente de control. Tampoco lo consideramos una persona particularmente brillante: sólo a usted se le ocurre llegar en estado inconveniente a una reunión del G-8 y ponerse a hablar en esas condiciones. Y usted a mi no me la pega: el que logró la liberación de Ingrid Betancourt no fue usted, sino el ejército Colombiano en un operativo digno de película de Hollywood.

Leo con tristeza que usted estará el 9 de marzo en el Liceo Franco Mexicano, en un evento excluyente para el cual le ha sido vedada la entrada a los estudiantes mexicanos. No sabe usted la decepción que siento al saber que bajo la administración del señor Le Brun, el Liceo se esté prestando a este tipo de actitudes discriminatorias que debieron haber sido erradicadas en el Siglo XX. Ni cuando vino Charles de Gaulle hicieron eso. Gracias a usted, me siento avergonzado de haber estudiado en el Liceo, de hablar su misma lengua y hasta de mi sangre francesa que, aunque bastante diluida, me viene por parte de mi abuela.

Señor Presidente: sepa que aquí el extranjero es usted. Y que a muchos nos repugna su presencia: estando la situación como está lo último que necesitamos es que un tipo racista como usted venga a pretender decirnos cómo hacer las cosas con esa actitud arrogante que es tan característica de su persona. Es usted un oportunista, una caricatura, una vergüenza para su investidura y, más que nada, un pobre diablo.

1 comentario:

TaYo dijo...

Ah, jijo de su madre, está viendo el calibre de los problemas que tenemos en casa y el señorito nos viene a decir que mandemos tropas a matar gente en otros lados.

Uno: Entre los pueblos, como entre las naciones, el derecho al respeto ajeno es la paz. Lo dijo Benito Juárez. Ahora que anda turisteando, lo habrían de llevar al cerro de las Campanas en Querétaro para explicarle lo que eso significa.

Dos: A la misma hora en que yo os estoy hablando, hay cien mil locos de nuestra especie cubiertos con sombreros, que están matando a cien mil otros animales cubiertos de turbantes por algunos montones de lodo grandes como vuestro talón... No se trata de saber si pertenecerán a un cierto hombre llamado Sultán o a otro llamado, no sé por qué, César... porque prácticamente ninguno de estos animales ha visto jamás al animal por el que se están cortando la garganta entre ellos. El patriotismo, es el amor hacia los propios. El nacionalismo, el odio hacia los otros. Eso lo dijo Voltaire, pilar ideológico de la Ilustración y por ende de la Francia moderna.