En principio, un cretino es una presona afectada de "cretinismo" o hipotiroidismo, enfermedad que se caracteriza por un retardo en el crecimiento físico y mental en menores de edad. Cuando se da en adultos, por enfermedad o falta de yodo, se caracteriza por trastornos mentales que pueden ser confundidos fácilmente con trastornos psiquiátricos o demencia. El origen más probable de la palabra "cretino" es la palabra francesa "chrétien" que significa "cristiano". Al parecer, en la edad media esta enfermedad era muy común en los monasterios por la combinación del aislamiento con una dieta baja en yodo. Sin embargo, hoy en día el término ha evolucionado y se usa en un contexto diferente.

Para mí, un cretino es una persona que reúne muchos de estos rasgos básicos: testarudez, incompetencia, intolerancia a la crítica, total carencia de autocrítica, egoísmo y falta de empatía hacia los demás, inmadurez -tendencia a victimizarse e incapacidad de reconocer errores y por consiguiente de aceptar responsabilidades-, hipocresía y en general, una actitud negativa y antisocial que se conoce como "sangre pesada" o "mala vibra". O, como les dicen en mi pueblo, "mierdosos". Emocionalmente, el cretino tiene la edad mental de un niño de 2 años: es egocéntrico y totalmente incapaz de entender el concepto de "compartir".

¿Por qué hay tantos cretinos? No es por falta de yodo, porque toda la sal que consumimos está enriquecida con este elemento. Yo creo que, para empezar, tiene que ver con la educación. Todos los padres se preocupan por la educación de los hijos, pero muchos creen que esto se limita a enviarlos a la escuela y exigirles buenas calificaciones. Sin embargo, dejan de lado la educación emocional de los niños esperando que, con el tiempo, maduren solos. Un niño berrinchudo al que se le deja salirse siempre con la suya se convierte con el tiempo en un cretino, a menos que esa actitud lo meta en algún momento de su vida en un problema lo suficientemente grande como para hacerlo reaccionar.

Pero hay otra razón por la que hay tantos cretinos. Porque los toleramos. Porque les damos el poder dejando que nos enreden en su juego para sacarnos de quicio en el momento menos oportuno. Saben que el que se enoja pierde, y son expertos en manipular a la gente a través de esa emoción. Cuando pierdes las casillas frente a un cretino, en realidad estás cediéndole el control. Cuando te enojas, el cretino se mantiene inmutable, y después utiliza tu propio exabrupto para chantajearte, ya que al enojarte y manotear, el que queda en público como cretino eres tú.

Es sumamente frustrante y desgastante trabajar con un cretino. ¿cómo lidiar con uno de estos personajes? No los puedes ignorar, porque ignorarlos es darles manga ancha para que te sigan saboteando. No te puedes pelear con ellos, porque no se le puede ganar a un cretino en una discusión. ¿Sabotéandolo? Puede funcionar, pero eso te convierte a ti también en un cretino. ¿Entonces?

Para empezar, tienes que sacudirte la carga emocional que lleva lidiar con un cretino. Sé pragmático. Si necesitas hacer algo con un cretino, no pierdas de vista el objetivo y en el momento en que el cretino trate de llevar la plática hacia otro lado córtale su rollo y reencauza la plática hacia el objetivo. Mantén tu conversación con el cretino lo más breve posible y no entres en discusiones.

Segundo, nunca ayudes a un cretino a menos de que sea completamente imprescindible. Cuando un cretino te pide ayuda, en realidad lo que está haciendo es darte una granada sin seguro, esperando que te reviente a ti en las manos. Al menos asegúrate de que todo el mundo sepa en qué condiciones te están entregando la granada antes de que explote.

Tercero, nunca muerdas el anzuelo para hablar mal de nadie frente a un cretino, aunque él te incite a hacerlo viboreando primero. Todo lo que le cuentes a un cretino será utilizado tarde o temprano en tu contra.

Cuarto, quítale pretextos para sabotearte. Seguramente el cretino anda por ahí echando pestes de tí. No lo tomes personal, los cretinos hablan mal de todo el mundo. Sin embargo, averigua de qué se está quejando y asegúrate de contrarrestar el veneno con hechos y no con palabras. Por ejemplo, si se queja de que "siempre llegas tarde" (aunque no sea cierto) asegúrate de llegar media hora antes que él y de saludar a todo el mundo.

Quinto. Por más que se queje, nunca le cuentes tus ideas o tus planes a un cretino, a menos que sea estrictamente necesario. Y aún así, por ningún motivo entres en detalles con él. Si lo haces, cuando tengas todo prácticamente terminado se las va a arreglar para arrebatarte el crédito o, en caso de que no pueda hacerlo, para sabotearte. Y además, nada frustra más a un cretino que el hecho de no saber lo que están haciendo los demás.

Ahora bien, si el cretino es una figura de autoridad, por ejemplo tu jefe, sólo tienes tres opciones. Una, hacerle la barba al cretino. A mi me parece una forma indigna y humillante de resolver esto, pero si no tienes empacho en hacerlo está bien: Todo Mr. Burns necesita un Smithers para hacerle el trabajo sucio. Dos, cámbiate de área. El cretino va a intentar sabotearte por cualquier medio que tenga a su alcance, pero si tienes el apoyo de tu nuevo jefe el cambio puede funcionar. Tercero, búscate otra chamba. Es la solución más sana: mientras más tiempo pases a la sombra de un cretino, más te va a relacionar la gente con él. Eso te va a convertir en un cretino por ósmosis, es decir: te va a hacer fama de cretino aunque no lo seas.

Los cretinos son el principal lastre para que este país progrese. Nos obligan a todos a desperdiciar nuestro valioso tiempo y energía en lidiar con ellos. El cretino es enemigo del trabajo en equipo y el progreso: como es envidioso, no soporta ver el éxito en los demás. Ciertamente, son mediocres e incompetentes en lo que hacen. Entonces, ¿para qué sirven?
Carlos Castaneda tiene la respuesta en su libro "el fuego interno". Ahí explica por qué para un verdadero guerrero, encontrarse con un "
Pinche Tirano" es una bendición. Enfrentarse a un "Pinche Tirano" exige utilizar los cuatro atributos del ser guerrero: control, disciplina, refrenamiento y la habilidad de escoger el momento oportuno. Sabiéndolos aprovechar, los "Pinches Tiranos" nos ayudan, entonces, a avanzar en el camino del conocimiento:

"Los nuevos videntes consideraban que habían cuatro pasos en el camino del conocimiento. El primero es el paso que dan los seres humanos comunes y corrientes al convertirse en aprendices. Al momento que los aprendices cambian sus ideas acerca de sí mismos y acerca del mundo, dan el segundo paso y se convierten en guerreros, es decir, en seres capaces de la máxima disciplina y control sobre si mismos. El tercer paso, que dan los guerreros, después de adquirir refrenamiento y la habilidad de escoger el momento oportuno, es convertirse en hombres de conocimiento. Cuando los hombres de conocimiento aprenden a ver, han dado el cuarto paso y se han convertido en videntes."
Desafortunadamente, la mayoría de personas no tenemos educación mística ni dotes chamánicas por lo que en general nos convertimos en víctimas de los cretinos. Pero podemos empezar por quitarles el poder emocional que ejercen sobre nosotros y definiendo con toda premeditación la estrategia más adecuada para quitárnoslos de encima.