Es viernes en la oficina. No está el jefe, faltan 30 minutos para la hora de salida y todo mundo se quiere ir a su casa pero no pueden hacerlo porque tienen que checar tarjeta... ¿Qué hacer? Una guerra de oficina, por supuesto.
Ah, pero qué maneras tan raras encuentra la gente para divertirse en las oficinas. Por ejemplo, recuerdo cierta oficina Montessori donde teníamos dardos, golfito, boliche de pasillo, pistolas de agua, carritos a control remoto, mini-balones de americano y de futbol soccer, y hasta una tabla donde lanzábamos navajas. Y aunque también se armaban a veces las guerritas, más que campañas campales eran como células guerrilleras... ¿Cómo se ponen las guerritas en tu oficina?
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