
Parece ser que George W. Bush ya se terminó de volver loco. Ahora tiene doble personalidad. Por un lado, ordenó
medidas para reducir el consumo de combustible en EEUU en un 20% (muy por debajo de lo que exige el protocolo de Kyoto). Por otro lado, se niega a reconocer a la ONU como un foro válido para discutir el "calentamiento global" (así, entre comillas) y se rehúsa a aceptar cualquier compromiso relacionado con este tema en la próxima
reunión del G-8. De hecho ha amenazado con vetar cualquier iniciativa de este tipo, así sea un simple exhorto para no desperdiciar energía. Y éste es el líder del mundo libre. Bueno, si hasta el cretino insensible de Sarkozy afirma que es imperativo resolver el problema del calentamiento global lo más pronto posible. Yo digo que hay que ponerle una veladora a Tecumesh (de preferencia de LED para no contaminar tanto) para que nos haga de una vez por todas el milagrito, antes de que nos cargue el payaso a todos.
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