
En 1952, en Bilbao, se fundó un grupo estudiantil llamado Ekin, "acometer" en Euskera, que propugnaba la acción directa como medio para lograr la independencia del País Vasco. En 1953 se puso en contacto con el grupo juvenil del Partido Nacionalista Vasco, Euzko Gaztedi (EGI), fusionándose ambas organizaciones en 1956. En mayo de 1958, Ekin fue expulsada del PNV por su postura ya desde entonces radical, y finalmente, el 31 de julio de 1959, Ekin cambió su nombre por el de Euzkadi Ta Askatasuna, mejor conocida por sus siglas: ETA
ETA decidió pasar a la lucha armada en 1961, y a pesar de sus métodos cuestionables contó inicialmente con bastante apoyo popular al considerarse que era una más de las organizaciones que se oponían al régimen Franquista.
Originalmente, el ideario de ETA se basaba en:
ETA decidió pasar a la lucha armada en 1961, y a pesar de sus métodos cuestionables contó inicialmente con bastante apoyo popular al considerarse que era una más de las organizaciones que se oponían al régimen Franquista.
Originalmente, el ideario de ETA se basaba en:
- El regeneracionismo histórico, considerando los hechos más relevantes de la historia vasca como hitos de un proceso de construcción nacional
- La valoración del euskara como elemento clave de la nacionalidad, en sustitución de la "raza", declarando que vasco es quien vive y trabaja en Euskadi.
- La aconfesionalidad, rechazando explícitamente la Jerarquía de la Iglesia, cuya doctrina aceptan como referencia para la elaboración de un programa social
- El anticomunismo ideológico, aunque la valoren como método de acción
- La independencia de Euskadi, compatible con el Federalismo europeo.
Sin embargo, partiendo de este ideario que podríamos calificar como justo y hasta romántico, ETA fue evolucionando hasta convertirse en una organización terrorista, autodeclarada independentista y nacionalista vasca, de ideología marxista-leninista, que invoca la lucha armada como método para obtener sus objetivos y para ello utiliza el asesinato, el secuestro y la extorsión económica tanto en España como, ocasionalmente, en Francia.
A raíz de estos métodos y de su rechazo a la transición democrática española en 1977, ETA fue perdiendo cada vez más apoyo, al grado que hoy en día es identificada plenamente como una organización terrorista por la inmensa mayoría de los Estados, incluyendo a España, Francia y Estados Unidos, y por organizaciones internacionales tales como el Consejo de Europa, las Naciones Unidas y la Europol. Amnistía Internacional también ha condenado repetidamente las acciones de ETA, calificándolas como crímenes o graves abusos contra los derechos humanos.

50 años después de su fundación, a pesar de la persecución y el repudio nacional e internacional, ETA sigue ahí. A lo largo de este tiempo, han dejado varias veces las armas, principalmente a fines de los 90s y principios del Siglo XXI. Sin embargo, desde 2007 reanudaron sus ataques a pesar de que el día de hoy el País Vasco tiene el estatus de Comunidad Autónoma y de que, según encuestas recientes, sólo cuentan con la simpatía de 0.4% de los Vascos.
ETA se ha ganado este rechazo a pulso. Desde su fundación, ha asesinado a 839 personas, de las cuales 353 eran civiles. Y entre sus víctimas se cuentan niños y ancianos.
Paradójicamente, el sangriento ataque aéreo contra una pequeña aldea del País Vasco es, desde mucho antes del nacimiento de ETA, el estandarte del pacifismo internacional: Guernica. Es una verdadera tragedia histórica que algunos descendientes de este multimilenario pueblo lleven ya 50 años convirtiendo a España en su Guernica particular, demeritando en el camino una causa que a muchos nos parece justa: el derecho del País Vasco a existir.
A raíz de estos métodos y de su rechazo a la transición democrática española en 1977, ETA fue perdiendo cada vez más apoyo, al grado que hoy en día es identificada plenamente como una organización terrorista por la inmensa mayoría de los Estados, incluyendo a España, Francia y Estados Unidos, y por organizaciones internacionales tales como el Consejo de Europa, las Naciones Unidas y la Europol. Amnistía Internacional también ha condenado repetidamente las acciones de ETA, calificándolas como crímenes o graves abusos contra los derechos humanos.

50 años después de su fundación, a pesar de la persecución y el repudio nacional e internacional, ETA sigue ahí. A lo largo de este tiempo, han dejado varias veces las armas, principalmente a fines de los 90s y principios del Siglo XXI. Sin embargo, desde 2007 reanudaron sus ataques a pesar de que el día de hoy el País Vasco tiene el estatus de Comunidad Autónoma y de que, según encuestas recientes, sólo cuentan con la simpatía de 0.4% de los Vascos.
ETA se ha ganado este rechazo a pulso. Desde su fundación, ha asesinado a 839 personas, de las cuales 353 eran civiles. Y entre sus víctimas se cuentan niños y ancianos.
