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miércoles, 5 de noviembre de 2008

Testigo de la historia

Siempre había querido presenciar de primera mano algún momento histórico trascendente a nivel mundial. Algo tan grande como la caída del muro de Berlín, por ejemplo. O la elección de un nuevo Papa. Bueno, pues por azares del destino, por fin se cumplió mi deseo: vengo llegando de Washington, D. C.

Para empezar, me tocó ver perder a los Redskins en el mismísimo Estadio FedEx, el lunes por la noche. Aunque en realidad no soy fan de ninguno de los dos equipos, el resultado me dio mucha curiosidad: según la leyenda, si perdía Washington esa noche significaba que Obama. ganaría las elecciones. ¿Sería verdad tanta belleza?

Llegó el martes. Desde temprano, la gente hacía grandes colas para votar. Era un día lluvioso, y a pesar de ello la gente aguantaba sin chistar más de dos horas y media para ejercer su derecho. El ambiente me recordaba mucho a las elecciones del año 2000 en México... ¿se acuerdan? Ese día en que los Mexicanos decidimos ponerle fin a 75 años de "dictablanda" y sacamos a patadas al PRI de Los Pinos. Hagan a un lado por un momento la decepción de todo lo que ha pasado en nuestro país desde la malograda toma de protesta de Fox como presidente hasta el avionazo de hace rato en el Paseo de la Reforma, y remóntense a la jornada electoral de ese día. El ambiente en la calle era de complicidad. De fiesta. De salir de la casilla haciendo la v de la victoria. De colas enormes en las casillas. Se respiraba mucha ilusión y esperanza. Bueno, pues ese es el mismo ambiente se respiraba en la capital de los Estados Unidos en el transcurso del 4 de noviembre.

De camino hacia México, durante una escala en el Aeropuerto de Houston, me tocó ver los resultados de las primeras encuestas de salida, donde se veía claramente que Obama era el virtual ganador de los comicios. El festejo no se hizo esperar: parecía un festejo por el triunfo en un evento deportivo, con gente gritando y brindando. Irónico, ya que el aeropuerto de Houston se llama... George Bush. Pero no alcancé a ver el resultado oficial.

Ahorita estoy viendo en CNN los festejos en la Casa Blanca y en Chicago. No saben qué gusto me da ver el resultado oficial: ya era hora de que sacaran a patadas a esa bola de mafiosos que tienen al mundo en bancarrota. Todavía hay muchos que dicen que Obama prometió demasiado y que probablemente no será capaz de llenar las esperanzas que el mundo ha puesto en él, pero creo que en este momento si alguien puede acabar con esta pesadilla global de guerras y crisis mundiales es él.

1 comentario:

RobertoLV dijo...

Te hubieras dado una Vueltecita por Las Vegas, al fin que quedaba bien "cerquita", jejeje.

Saludos y chido que estas de regreso.