Este señor es el peor genocida de la historia. No es que minimize otras tragedias y crímenes contra la humanidad, como los Campos de Concentración Nazis o los conflictos étnicos. Lo que me parece más terrible, más temible y más indignante es que este señor de apariencia inofensiva falleció por causas naturales en 1972 sin que jamás se le hubiera cuestionado seriamente por las masacres que desató contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki, compuesta principalmente por niños, mujeres y ancianos (la mayoría de los hombres estaban en batalla). Esto viene a cuento porque las 10 fotos que acaban de ser publicadas por el Instituto Hoover registraron de manera más que elocuente el día en que Hiroshima se convirtió en un infierno, derrumbando de paso otro de los grandes mitos norteamericanos. Véanlas bajo su propio riesgo.
Ésta es la bomba atómica de Hiroshima. De ese primer ataque, casi no habían llegado hasta nuestros días más que algunas fotografías aéreas del área devastada y unas cuantas fotos de pacientes con envenenamiento por radiación. Cualquier referencia a la muerte aparecía velada o sobreentendida, por ejemplo una sombra en unas escaleras, un reloj detenido, o la cúpula Gembaku. Este lunes se publicaron, por fin, 10 fotografías que echan por tierra el mito de que la Alemania Nazi fue la única nación que cometió crímenes contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial. Hélas aquí:
En cuanto a Harry S. Truman, baste con decir que a él le debemos no sólo el Reventón Nuclear de Hiroshima y Nagasaki: También le podemos agradecer a este individuo la guerra fría, la guerra de Corea, la cacería de brujas de McCarthy y la guerra de Vietnam. No sé ustedes, pero a mi Harry Truman, Lil' Bush y Vicente Fox sólo me dejaron clara una cosa: no hay que poner rancheros en la presidencia, porque te va a armar un desmadre tan grande que va a afectar a varias generaciones.
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