
Se nos quiere vender la idea de que la única manera de salvar a PEMEX es privatizándolo. O mejor aún, ofreciendo los yacimientos "que PEMEX no puede explotar" al capital extranjero. De esta manera no se privatizaría un solo activo de PEMEX, simplemente se le daría a otras empresas todo lo que no puede explotar "nuestra" empresa. Claro que los que dicen esto sólo lo hacen porque esperan enriquecerse de una u otra manera con esa privatización. De hecho ya lo están haciendo con la lana que les pasan las mafias petroleras internacionales por defender este punto a capa y espada.
Otros dicen que no, que lo que hay que hacer es seguir explotando a PEMEX como hasta ahora hasta que se acaben las reservas petroleras. Al fin que, si bien nos va, nomás van a durar unas cuantas décadas. Invertimos esa lana en infraestructura y modernizamos al país. Chido, ¿no? Acuérdense de cómo le fue a López Portillo con este razonamiento... si hasta acabó haciendo el desfiguro de llorar en cadena nacional. El problema es que en vez de invertir toda esa lana en infraestructura, se va a seguir derrochando en toallas de diez mil dólares para Los Pinos. En subsidiarle a los partidos políticos hasta sus elecciones internas, como la del PRD de este domingo. En camionetas blindadas, mansiones, guaruras, escuelas en el extranjero y hospitales de primer mundo para nuestros Legisladores. En bonos sexenales y de fin de año para nuestros sufridos burócratas. En pagar los caprichos de líderes sindicales que ni sus agremiados conocen. En financiar las drogas que consumen nuestros políticos y sus hijos como si fueran chocolates, y en armar a las policías y al ejército para dizque "combatir" a los señores que les venden esas drogas.
La "modernización" del país no tiene por qué depender del petróleo. Tampoco es posible que la principal fuente de ingresos de nuestro gobierno sigan siendo los petrodólares. Como mexicano, me gustaría ver a Petróleos Mexicanos, mi empresa, compitiendo de igual a igual contra cualquier compañía extranjera. Me gustaría ver a un PEMEX con autonomía de gestión para que la misma empresa sea la que decida dónde explorar y dónde no, y cuánto dedicar a qué rubro. Me gustaría ver a mi empresa pagando impuestos razonables, como cualquier empresa privada. Nada más que los accionistas seríamos nosotros, todos los mexicanos, en lugar de la familia Bush y sus compadres árabes. Y por supuesto que en lugar de los cretinos de siempre, que llevan 7 décadas saqueando a PEMEX en nuestras narices, como si fuera botín de guerra.
Otros dicen que no, que lo que hay que hacer es seguir explotando a PEMEX como hasta ahora hasta que se acaben las reservas petroleras. Al fin que, si bien nos va, nomás van a durar unas cuantas décadas. Invertimos esa lana en infraestructura y modernizamos al país. Chido, ¿no? Acuérdense de cómo le fue a López Portillo con este razonamiento... si hasta acabó haciendo el desfiguro de llorar en cadena nacional. El problema es que en vez de invertir toda esa lana en infraestructura, se va a seguir derrochando en toallas de diez mil dólares para Los Pinos. En subsidiarle a los partidos políticos hasta sus elecciones internas, como la del PRD de este domingo. En camionetas blindadas, mansiones, guaruras, escuelas en el extranjero y hospitales de primer mundo para nuestros Legisladores. En bonos sexenales y de fin de año para nuestros sufridos burócratas. En pagar los caprichos de líderes sindicales que ni sus agremiados conocen. En financiar las drogas que consumen nuestros políticos y sus hijos como si fueran chocolates, y en armar a las policías y al ejército para dizque "combatir" a los señores que les venden esas drogas.
La "modernización" del país no tiene por qué depender del petróleo. Tampoco es posible que la principal fuente de ingresos de nuestro gobierno sigan siendo los petrodólares. Como mexicano, me gustaría ver a Petróleos Mexicanos, mi empresa, compitiendo de igual a igual contra cualquier compañía extranjera. Me gustaría ver a un PEMEX con autonomía de gestión para que la misma empresa sea la que decida dónde explorar y dónde no, y cuánto dedicar a qué rubro. Me gustaría ver a mi empresa pagando impuestos razonables, como cualquier empresa privada. Nada más que los accionistas seríamos nosotros, todos los mexicanos, en lugar de la familia Bush y sus compadres árabes. Y por supuesto que en lugar de los cretinos de siempre, que llevan 7 décadas saqueando a PEMEX en nuestras narices, como si fuera botín de guerra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario