
Así es, el Astrónomo Lawrence Rudnick saltó a la fama el día de ayer por nada. Mil millones de años luz de nada, para ser más precisos. Se trata de un gigantesco agujero en la constelación de Eridanus donde no hay materia. Ni siquiera materia obscura: vacío total. Lo que no ha podido hacer nadie todavía es encontrar una explicación convincente para este extraño fenómeno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario