Un Premio Nobel de la Paz llora por el Mensajero Mundial de la Paz
Rigoberta Menchú, en el punto donde presuntos Zetas acribillaron a Facundo Cabral. "El día que yo me muera no habrá que usar la balanza, porque para velar a un cantor, con una milonga, alcanza" - Facundo Cabral, QEPD.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Muy merecido, ese premio. Merece eso y más. Roberto Malagón García.
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Muy merecido, ese premio. Merece eso y más.
Roberto Malagón García.
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