
De veras que ya no se puede creer en las imágenes. Fíjense por ejemplo en las fotografías de las "hienas sonrientes" de la última campaña electoral que todavía están regadas por toda la ciudad. Si conocen en persona a alguno de los candidatos tal vez les sorprenda darse cuenta de que en la foto milagrosamente les desaparecieron las arrugas y las patas de gallo, se les enderezó la nariz, se esfumaron las verrugas y las marcas de acné, y hasta se les aclaró el tono de la piel. Aunque bueno, se dan casos en que ni con varias sesiones de Photoshop se les puede encontrar algún atributo rescatable. Via
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